La expresión plástica es un elemento importante en el desarrollo humano, de aquí que debamos empezar a trabajarlo en edades tempranas y continuar con su práctica durante toda la vida.
El arte está integrado en nuestras vidas diarias. Interpretamos nuestra realidad, sentimientos y experiencias a través de la creación de “pequeñas obras de arte”. A través de múltiples creaciones plasmamos esos sentimientos e interpretaciones que hacemos de la realidad, transmitiendo un determinado mensaje en el observador de esa creación. Hay cosas que no son fáciles de expresar mediante las palabras y que, a través de las diferentes técnicas surgen sin más. En estas manifestaciones artísticas se refleja nuestra persona, nuestro desarrollo intelectual, modo de comunicarnos para con los demás...
Los niños utilizan el dibujo como un medio de expresión que sustituye las carencias de su lenguaje, aprenden antes a hacer dibujos que a escribir correctamente, es un modo de expresión más sencillo para ellos. A través de esos dibujos nos dan una visión de su personalidad y de sus sentimientos y sensaciones.
“Si tratamos el arte como un acto de conocimiento constructivo, que incluye la culturalización, la comunicación, la sensibilidad estética y la interpretación del entorno así como el desarrollo de la conciencia, entonces se puede aprender de él”. Montse Calbó i Anorill